La vigilancia se ha convertido en una necesidad vital en cualquier obra o construcción, no sólo para evitar robos de tuberías, cableado o metales como el cobre, que en los últimos años ha aumentado muchísimo de valor, sino también para protegerse de pequeños saqueos, desperfectos en vallas y vandalismo en general. Es por ello que las empresas constructoras y de reformas han optado por la protección de sus bienes y equipo contratando servicios de seguridad privada.
Según las características de la obra o construcción, se puede optar por distintos niveles de seguridad: vigilantes con o sin arma, patrullas de control (según la extensión a proteger), cámaras de seguridad y servicios auxiliares. En general, el medio más eficaz de protección sigue siendo la seguridad activa y presencial: el guardia de seguridad o vigilante de seguridad.
El personal de seguridad se encargará de:
- Hacer las rondas en las instalaciones (con o sin vehículo).
- Control de accesos e identificación de personas y vehículos.
- Orientación de visitas.
- Verificación y comprobación de instalaciones y sistemas de seguridad.
- Recepción y control en el libro diario de materiales y mercancías.
- Monitorización de Cámaras de Video Vigilancia y atención a posibles alarmas.
- Custodia de llaves.
- Informes o parte diario sobre incidencias en la obra.
- Y mucho más...
Nuestras recomendaciones y buen trabajo nos respaldan